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  • 01-02-2017


    «La Oración a Jesús obrero es un grito a favor de la justicia y de la dignidad»


    Antonio Hernández-Carrillo Lozano, autor de «Te ofrecemos todo el dí­a. Orando a Jesús obrero», entrevistado por Abraham Canalaes.

    Lleva 50 años acompañando en la fe a grupos y equipos militantes. En la actualidad, presta sus servicios en el barrio del Polígono de la Cartuja y la Paz. Es autor de también Espiritualidad desde el barrio y el trabajo y Evangelio en la calle. La vivencia del encuentro con Dios le hace tener los ojos en la Iglesia y el corazón en el mundo obrero.

    Te ofrecemos todo el día. Orando a Jesús obrero, ¿estamos ante un libro de profunda espiritualidad militante?

    La Oración a Jesús obrero sí que tiene profundidad. El libro es un intento sencillo de facilitar y desentrañar esa profundidad. Si algo de esto se consigue es porque el libro no se debe a elucubraciones sino a la escucha, por mi parte, de tantos y tantas militantes que rezan y han rezado esta oración en la vida ordinaria del trabajo y de la lucha y en circunstancias extraordinarias que esa misma vida lleva consigo: accidente laboral, incorporación al trabajo, despido del mismo...

    ¿Cómo recomiendas leer este libro?

    Se puede leer de todas maneras porque no necesita una especial concentración. Pero, puestos a recomendar, yo diría que se enuncie primero el párrafo de la Oración, que se haga silencio después, que a continuación se lea el capítulo correspondiente, se contraste con lo que uno ha pensado cuando la ha rezado y que finalmente el orante se ponga en manos del Señor Jesús dispuesto a hacer su voluntad.

    ¿Cómo ve esa espiritualidad hoy el sufriente mundo obrero y del trabajo?

    ¡Qué bien calificas el mundo obrero cuando lo calificas de sufriente! Este mundo en lo más profundo de su corazón pide trabajo y pide que ese trabajo sea digno, lo que pasa es, por desgracia, que se tiene que conformar con las migajas que le concede la organización actual del trabajo con su legislación y práctica cada vez más deshumanizante.

    La Oración a Jesús obrero es un grito a favor de lo mejor que un obrero lleva dentro de sí: dignidad, justicia, honradez y en contra de tanta precariedad, alienación y sumisión a las que se ve obligado a aceptar y que, incluso, llega a ver como normal. La fe en el Señor Jesús, obrero de Nazaret, lleva desde la deshumanización a la dignidad.

    Dice el papa Francisco que la oración, rezar, tiene dos actitudes: de necesidad y de seguridad de que Dios, en sus tiempos y en sus formas, la atenderá, ¿el libro «enseña» a ver esas actitudes?

    Y nuestra Oración resalta esas dos actitudes de forma clara. En cuanto a la necesidad, es una oración de petición porque suplicamos, refiriéndonos a Jesús obrero, «pensar como tú, trabajar contigo y vivir en ti», seguimos pidiendo que su Reino «sea un hecho» en todos nuestros lugares de trabajo, que «los militantes que sufren desaliento permanezcan en tu amor» y finalmente que «los obreros muertos en el campo de honor del trabajo y de la lucha descansen en paz». ¡Qué más y qué mejor se puede pedir!

    En cuanto a la seguridad en Dios, es una oración de confianza ilimitada en Dios desde el principio hasta el final en el sentido más profundo de la expresión porque no hacemos otra cosa nada más que ofrecernos por entero, desear identificarnos con el Obrero de Nazaret, parecernos y permanecer en él en las circunstancias más difíciles, amarlo con todo nuestro corazón y servirlo con todas nuestras fuerzas.

    En definitiva es una oración de total confianza en Dios al estilo que nos propone el papa Francisco, al que, por cierto, cito multitud de veces.

    ¿Cuál es el origen de La Oración a Jesús obrero? ¿Qué relación tiene para que la HOAC y sus militantes la hayan hecho suya?

    He preguntado con mucho interés por el creador de la Oración a Jesús obrero pero, que yo sepa, no se sabe con certeza. Lo importante es que sea una oración de toda la Iglesia y para toda la Iglesia.

    Parece que Guillermo Rovirosa la tradujo y adaptó de la Juventud Obrera Cristiana de Bélgica. Desde luego, tiene el sello del primer militante de la HOAC y, sin duda, será más provechosa al lado de algunas de las suyas. Por eso en el libro introduzco oraciones de Rovirosa.

    ¿Cuáles son sus principales notas o características?

    A lo largo del librito voy subrayando algunas de ellas, pero, en un momento determinado, afirmo y desarrollo que esta oración, en la línea de las grandes oraciones cristianas, tiene estas notas: Es una escuela de bondad; hospital donde se curan las heridas; motor para la acción; óptimo descanso; nos hace profundizar en las personas y la realidad, obtiene avances en la dirección del Reino y, citando a Tomás Malagón, digo que es la primera obligación del cristiano.

    En el capítulo 4, cuando ofrecemos el trabajo ¿a qué trabajo te refieres? ¿Y qué pueden ofrecer quienes no lo tienen por jubilación o por desempleo?

    Es uno de los capítulos más desarrollados porque el trabajo es nuestro ambiente normal. Nuestro…, y del resto de los mortales. Voy hablando del trabajo como vocación, don, realización humana, identificación con Cristo Obrero...Y lógicamente introduzco en este ambiente del trabajo a los jubilados y jubiladas que no hacen otra cosa nada más que trabajar incluso más que antes: en la casa, con los nietos, en las asociaciones sociales y humanitarias, parroquias…

    Y también hablo del trabajo de los parados. Ésta es la oración del «sin trabajo» en palabras del papa Francisco: trabajo, trabajo, trabajo. La va repitiendo, a veces, con rabia, cuando tantas veces entrega su currículo, cuando se encuentra solo y perplejo, cuando se desespera de tanto esperar, cuando le hablan de la posibilidad de encontrarlo, cuando se ve obligado a pedir limosna para comer, cuando recorre el polígono empresarial, cuando...

    En el prólogo, el obispo Luis Ángel, relata cómo reza la Oración a Jesús obrero. ¿Lo esperabas? ¿Qué te ha parecido?

    Sencillamente me ha impresionado. No me esperaba una cosa así. De verdad. No me lo esperaba. Y al ir leyendo cómo Luis Ángel reza la oración me llené de entusiasmo y alegría y también llenó de luz los muchos años que he rezado yo y que seguiré rezando nuestra Oración.

    Di gracias a Dios por nuestro querido obispo y llevé este prólogo a mis amigos los claretianos de Granada (Luis Ángel es claretiano). La verdad es que es un gran gozo leer cómo él reza la Oración sintiéndose obrero, parado, explotado y miembro del campo de honor del trabajo y de la lucha.

    También se incorporan textos de experiencias y emociones de militantes en el mundo obrero y del trabajo que desde la misma oración, rezan de forma tan diversamente y hacen vida...

    Esta incorporación también me emocionó y es otro gran acierto su inclusión. Yo no ceso de mostrar mi agradecimiento a todos vosotros y vosotras que rezáis y lucháis gratuitamente sin esperar puestos de honor, ni dinero ni prestigio porque ya habéis recibido vuestra recompensa con creces, ya que el Señor Jesús os ha colmado de dignidad obrera y cristiana. ¿Qué más se os puede dar? Vuestra oración no es una cosa y la vida otra, no. Cada reunión, pequeña lucha, oración, «cada día es para vosotros una nueva creación del universo» como bien señalaba Guillermo Rovirosa.

    Si hoy alguien se propusiera elaborar una oración a Jesús obrero, sin conocer ésta, ¿crees que cambiaría mucho su formulación?

    Lo tiene difícil porque la Oración a Jesús obrero es una gran oración de acción de gracias, ofrecimiento y petición en el sentido más evangélico y en la línea de las oraciones de la mejor tradición de la Iglesia. De lo que se trata, más bien, es de dejar que Dios la escriba en nuestra existencia y de que nosotros libremente lo dejemos escribir.

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Antonio Hernández-Carrillo Lozano

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